Archive for septiembre 2015
Salmo responsorial (18) Meditado
Salmo responsorial (18)
R. Los mandamientos del Señor alegran el corazón.
L. La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. /R.
L. La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. /R.
L. Aunque tu servidor se esmera en cumplir tus preceptos con cuidado, ¿quién no falta, Señor, sin advertirlo? Perdona mis errores ignorados. /R.
L. Presérvame, Señor, de la soberbia, no dejes que el orgullo me domine; así, del gran pecado tu servidor podrá encontrarse libre. /R.
Salmo 18 (Completo)
Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de sus manos anuncia el firmamento;
3.el día al día comunica el mensaje, y la noche a la noche trasmite la noticia.
4.No es un mensaje, no hay palabras, ni su voz se puede oír;
5.mas por toda la tierra se adivinan los rasgos, y sus giros hasta el confín del mundo. En el mar levantó para el sol una tienda,
6.y él, como un esposo que sale de su tálamo, se recrea, cual atleta, corriendo su carrera.
7.A un extremo del cielo es su salida, y su órbita llega al otro extremo, sin que haya nada que a su ardor escape.
8.La ley de Yahveh es perfecta, consolación del alma, el dictamen de Yahveh, veraz, sabiduría del sencillo.
9.Los preceptos de Yahveh son rectos, gozo del corazón; claro el mandamiento de Yahveh, luz de los ojos.
10.El temor de Yahveh es puro, por siempre estable; verdad, los juicios de Yahveh, justos todos ellos,
11.apetecibles más que el oro, más que el oro más fino; sus palabras más dulces que la miel, más que el jugo de panales.
12.Por eso tu servidor se empapa en ellos, gran ganancia es guardarlos.
13.Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros? De las faltas ocultas límpiame.
14.Guarda también a tu siervo del orgullo, no tenga dominio sobre mí. Entonces seré irreprochable, de delito grave exento.
15.¡Sean gratas las palabras de mi boca, y el susurro de mi corazón, sin tregua ante ti, Yahveh, roca mía, mi redentor.
COMENTARIOS AL SALMO 18
PRIMERA LECTURA: CON ISRAEL
* Así como el mundo sólo se ilumina y vive mediante el sol, el hombre se desarrolla y alcanza la plenitud de su vida mediante la "ley", que es "vida de Dios", "pensamiento de Dios", "querer de Dios" entre los hombres . (Chouraqui).
Las dos partes de este salmo están profundamente ligadas: ¡aquel que hace las leyes "físicas" del mundo es el mismo que hace las leyes "morales" del hombre!
Mediante este salmo, entramos en contacto con el alma de Israel, aferrada a la ley divina (la Torah) mediante un amor ardiente y sincero. La admirable evocación del cosmos que "habla" a quienes saben mirarlo (El universo, los cielos, las estrellas, el sol), es sólo una introducción a esta afirmación increíble: Dios ha "hablado" a un pueblo... y le ha "revelado" sus pensamientos sobre la humanidad. Para un judío fervoroso, la ley, lejos de ser una traba minuciosa, una regla legalista y formalista, es un verdadero "don de Dios". Al revelar al hombre la ley de su ser, Dios hace Alianza con él, para ayudarlo en sus comportamientos vitales: como el sol que "desposa la tierra" para darle vida, en el don de la ley hay algo así como la alegría de las nupcias, ¡es un misterio nupcial! La letanía de "cualidades" atribuidas a la ley recuerda las cualidades que se dan los enamorados. La mitad de estas cualidades es "objetiva", pues definen la ley en sí misma: es perfecta... segura... recta.. límpida... pura... justa...
La otra mitad es "subjetiva", ya que enumera los efectos de esta ley en el hombre: da vida... da sabiduría... alegra el corazón... ilumina los ojos...
SEGUNDA LECTURA: CON JESÚS
MDT-LEY/AMARLOS ** De seguro, Jesús cantó este salmo con mucho fervor.
Sus parábolas, casi todas tomadas de la "naturaleza", nos muestran su gran admiración por la creación. ¡Todo lo bello le "hablaba", le hablaba del Padre!
De su amor a la "voluntad del Padre", el evangelio está lleno: "mi alimento, es hacer su voluntad". Lo que sorprende, es nuestra admiración de hombres modernos ante este amor a la ley. Hemos llegado al punto de no amar la ley, ninguna ley. ¡No conocemos "leyes amables"! ¡Olvidamos que la sola ley, es el amor! "Este es mi mandamiento: ¡Amarás!" Releamos a la luz del pensamiento de Jesús el elogio que este salmo hace a la ley...
TERCERA LECTURA: CON NUESTRO TIEMPO
*** Los filósofos actuales han descubierto la profunda relación entre el hombre y la naturaleza... No tenemos ninguna independencia. Estamos ligados a todas las leyes físicas y químicas del cosmos. Es físicamente verdadero que dependemos totalmente del sol: si éste se apagara, se acabaría toda forma de vida. ¡Qué bella imagen para hablarnos de Dios! El salmista que escribió este poema estaba rodeado de pueblos que adoraban al sol. De ellos pudo tomar la primera parte de este salmo (hay himnos muy semejantes en las religiones siro-babilonenses o egipcias, en las mitologías griegas, etc). Pero el salmista no adora al sol. El sabe que el sol adora a Dios y canta su gloria.
Los jóvenes de hoy redescubren el sentido de la naturaleza, reaccionando contra lo ficticio de la vida urbana. La seducción por la vida "al sol", el veraneo, es una característica del mundo moderno frustrado el resto del año. Esta meditación habría que hacerla al aire libre un día de primavera: levantarse de madrugada para contemplar la salida del sol, permanecer en el campo siguiendo su curso deslumbrante, y por la tarde hasta la mágica luz del poniente... luego a través del crepúsculo, presenciar el nacimiento de la noche, adivinar las primeras estrellas que brillan en la penumbra, y finalmente en medio de las tinieblas dejarse embriagar por el firmamento estrellado... "¡La obra de las manos de Dios!".
CREACION/PD: El autor de este salmo oía "día" y "noche" dos coros fantásticos que alternaban y se respondían uno a otro. Sí, "los cielos" (Hashamaim, plural en hebreo) ¡hablan! ¿Qué dicen? ¡la gloria de Dios! ¿Cómo la dicen? ¡En el silencio! El salmista lo sabe bien: su voz no es una voz... No hay palabras... Dios "¡no levanta la voz!" A veces decimos que El se calla, porque no sabemos escucharlo. Dios es discreto. Dios está oculto. Si El apareciera, desaparecería la creación. Le deja un espacio de libertad ocultándose y callándose. Pero El habla en el silencio: su creación, precisamente es su "primera palabra", una palabra que todos los pueblos pueden comprender porque está sobre y más allá que todos los idiomas... ¡No hace falta ir a la escuela y saber leer! Basta mirar y escuchar. Este Dios prodigioso no se ha limitado a esta brillante sinfonía de astros... Ha decidido hacer Alianza con el hombre, dándole su ley... Esto debería asombrarnos de amor. Pero precisamente, Dios es "amor" y el amor es la "ley constitutiva" del universo y del hombre (Teilhard de Chardin). ¡Amar, seguir la ley de Cristo, es entrar en la armonía del mundo, unirse a Dios!
La noche a la noche transmite el mensaje de gloria. Si la luz del sol canta la gloria de Dios, es necesario descubrir como el salmista la maravilla de la noche. El día es el resplandor, la acción, la vida. La noche es la discreción, el descanso, el misterio. "¡Oh noche, qué profundo es tu silencio!", canta el célebre himno de Rameau. Si es placentero estar al sol, lo es también sumergirse en la noche como en un baño de silencio.
El hombre moderno, necesita somníferos para dormir, carece de un equilibrio que es necesario ensayar de recuperar mediante métodos más naturales. El Oriente en este campo tiene mucho que enseñarnos: "Hacer el vacío en sí mismo", hacer callar las voces discordantes que gritan en el fondo de nosotros mismos, recogerse. Tal es la preparación primordial para la oración. Se puede rezar evidentemente con los ojos abiertos. Pero hay que hacer también la experiencia de orar con los ojos cerrados, "haciendo la noche".
Sabemos todo el partido que San Juan de la Cruz sacó del tema de la noche. Para él el hombre no podía realizar el encuentro con Dios fuera de la "noche oscura": "Nadie ha visto a Dios", decía Jesús. Escuchemos estas estrofas del poema de San Juan de la Cruz.
Esta fuente eterna está muy oculta,
y sin embargo, su morada la he encontrado,
¡pero es de noche!
y sin embargo, su morada la he encontrado,
¡pero es de noche!
No sé su origen, porque no lo tiene,
sin embargo todo origen surge de ella,
¡pero es de noche!
sin embargo todo origen surge de ella,
¡pero es de noche!
Y la corriente que nace de esta fuente,
sé que es rica y todopoderosa,
¡pero es de noche!
sé que es rica y todopoderosa,
¡pero es de noche!
Esta fuente eterna está muy oculta
en el pan de vida, para darnos vida,
¡pero es de noche!
en el pan de vida, para darnos vida,
¡pero es de noche!
La ley de Dios. Nosotros, hombres modernos, ¿no tendríamos que redescubrir lo que es una "ley"? El autor de este salmo, proclama jubilosamente que tiene una "ley". No da la impresión de estar presionado, forzado por ella, como si esta ley se la impusieran de fuera... "Los mandatos del Señor son rectos, alegran el corazón... son más preciosos que el oro, más dulces que la miel". Cuando dos equipos de fútbol se encuentran en un estadio, millones de hombres están atentos a las "reglas del juego". Se insiste en el Fair-play, la corrección... Se dice que el equipo que respeta las leyes del juego es más "deportivo", en el mejor sentido de la palabra. Este ejemplo muestra, que la ley es necesaria para el buen funcionamiento de un grupo cualquiera. Sin ley, se imponen la guerra, la irregularidad, la fuerza, la anarquía. La misma felicidad de vivir está en juego. ¿Puede una familia vivir sin un mínimo de leyes reconocidas y respetadas libremente por todos? La ley de Dios, es aún más profunda: regula desde el interior el correcto funcionamiento de nuestro ser. "La ley del Señor es perfecta... guardarla es para el hombre una ganancia...".
NOEL QUESSON
50 SALMOS PARA TODOS LOS DIAS. Tomo I
PAULINAS, 2ª Edición
BOGOTA-COLOMBIA-1988.Págs. 34-39
50 SALMOS PARA TODOS LOS DIAS. Tomo I
PAULINAS, 2ª Edición
BOGOTA-COLOMBIA-1988.Págs. 34-39
Salmo 53 Meditado
Salmo responsorial (53)
R. El Señor es quien me ayuda.
L. Sálvame, Dios mío, por tu nombre; con tu poder defiéndeme. Escucha, Señor, mi oración y a mis palabras atiende. /R.
L. Gente arrogante y violenta contra mí se ha levantado. Andan queriendo matarme, ¡Dios los tiene sin cuidado! /R.
L.Pero el Señor Dios es mi ayuda, El, quien me mantiene vivo. Por eso te ofreceré con agrado un sacrificio, y te agradeceré, Señor, tu inmensa bondad conmigo. /R.
R. El Señor es quien me ayuda.
L. Sálvame, Dios mío, por tu nombre; con tu poder defiéndeme. Escucha, Señor, mi oración y a mis palabras atiende. /R.
L. Gente arrogante y violenta contra mí se ha levantado. Andan queriendo matarme, ¡Dios los tiene sin cuidado! /R.
L.Pero el Señor Dios es mi ayuda, El, quien me mantiene vivo. Por eso te ofreceré con agrado un sacrificio, y te agradeceré, Señor, tu inmensa bondad conmigo. /R.
COMENTARIOS AL SALMO 53
1. EL PODER DE TU NOMBRE
«¡Oh Dios, sálvame por el poder de tu nombre!».
Adoro tu nombre, Señor, tu nombre que mis labios no se atreven a pronunciar. Tu nombre es tu poder, tu esencia, tu persona. Tu nombre eres tú. Me alegra pensar que tienes nombre, que se te puede llamar, que puedes entablar diálogo con el hombre, que se puede tratar contigo con la confianza y familiaridad con que se trata con una persona querida. Al mismo tiempo, respeto el silencio de tu anonimato al ocultar tu nombre a los mortales y velar el misterio de tu intimidad con la sombra de tu transcendencia. Tu nombre está por encima de todo nombre, porque tu ser está por encima de todo ser.
Tu nombre está escrito en los cielos y lo pronuncian las nubes entre truenos. Lo dibujan los perfiles de montañas en la nieve y lo cantan las olas eternas del océano. Tu nombre resuena en el nombre de cada hombre en la tierra, y se bendice cada vez que un niño es bautizado. Toda la creación expresa tu nombre, porque toda la creación viene de ti y va a ti.
También yo, en mi pequeñez, soy un eco de tu nombre. No permitas que ese eco muera en silencio estéril.
«¡Sálvame, oh Dios, por el poder de tu nombre!».
CARLOS G. VALLÉSBusco tu rostro
Orar los SalmosSal Terrae. Santander 1989, pág. 106
Orar los SalmosSal Terrae. Santander 1989, pág. 106
2.
PRIMERA LECTURA: CON ISRAEL
La introducción de este salmo atribuye esta oración a una situación real de la vida de David. Procedimiento literario semítico, muy revelador: la realidad concreta de esta situación histórica es temible. David está acosado por su enemigo Saúl. El primer rey de Israel teme que el joven David le arrebate su trono, tanta es su popularidad. "Extranjeros", entre los cuales se refugió David, están listos a "venderlo" (1 Samuel 23,19-28). Este salmo ha sido recitado y releído a lo largo de la historia, en particular en los momentos de persecución de los Macabeos, por todos los "Anawim", los "pobres", oprimidos por los poderosos, orgullosos, sin fe ni ley, que no "tienen en cuenta para nada a Dios".
Adivinamos el grado de opresión de este "pequeño" ante los "más fuertes" que él. Su oración se hace vengativa y pide a Dios que aplique a sus enemigos la ley del Talión: "Vuelve el mal contra mis adversarios". Pero su oración termina en la alegría de la acción de gracias: alabanza a la bondad de Dios que libera...
SEGUNDA LECTURA: CON JESÚS
Poniendo este salmo en labios de Jesús encontramos:
-Su oración porque el mundo "sea liberado del mal, y no caiga en tentación".
-Al comienzo de la Pasión, su súplica para "ser liberado de la muerte": "si es posible pase de Mí este cáliz".
-Pero a diferencia del salmista, Jesús nos pide orar "por nuestros enemigos"; así lo hizo El mismo por los suyos: "Perdónalos Señor, porque no saben lo que hacen".
-Finalmente, Jesús "dio gracias" (Eucaristía) al Padre por su Alianza en el gran combate contra su enemigo principal, según San Pablo, la muerte (I Corintios 15, 26). En boca de Jesús, la verdadera liberación es la resurrección.
TERCERA LECTURA: CON NUESTRO TIEMPO
La vida es un combate. Difícilmente aceptamos salmos que dicen como éste: "Señor, destruye a mis enemigos". Sin embargo, si no aplicamos esos términos a personas (que debemos amar si queremos ser fieles al mandamiento de Jesús: "amad a vuestros enemigos") es indispensable concebir nuestra vida como un combate: el enemigo es el Mal, potencia maligna contra la cual debemos luchar. Este salmo afirma que este "mal" es una potencia "extranjera", contraria al hombre, alienante, diríamos hoy. Pero dice también que Dios combate con nosotros, al lado del hombre, contra todas las potencias "que buscan su perdición". Gracias, Señor. Sí, por tu verdad, Señor, destruye a aquellos que se han levantado contra la humanidad.
La victoria del bien está asegurada. Quien ora en este salmo, sabe que será escuchado, y anuncia que "dará gracias": "He visto a mis enemigos humillados". Sin orgullo, sin pretensión, el cristiano debería tener una mentalidad de vencedor... La seguridad de la victoria final de Dios, lejos de inmovilizar, debe da dar ánimo al cristiano para su combate de cada día.
NOEL QUESSON50 SALMOS PARA TODOS LOS DIAS. Tomo II
PAULINAS, 2ª Ed. BOGOTA-COLOMBIA-1988.Págs. 74 s.
PAULINAS, 2ª Ed. BOGOTA-COLOMBIA-1988.Págs. 74 s.
3.
Sal. 53. Ante un Dios, justo en la retribución, el salmista no sólo le pide al Señor que le defienda de sus enemigos, sino que extienda su mano en contra de ellos. Nosotros, siendo pecadores y dignos de recibir el castigo merecido a nuestra rebeldías y ofensas al Señor, hemos sido buscados por Él para que recibamos su perdón y la participación de su misma vida. Aquel que puso orden en el caos inicial y lo convirtió en fuente de vida, llega a nosotros para hacer desaparecer el desorden y las tinieblas del pecado, y a concedernos su Espíritu para que ilumine nuestros caminos y nos haga fecundos en buenas obras. Si así hemos sido amado por Dios, quienes nos consideramos hijos suyos, hemos de seguir el mismo ejemplo que Él nos dio amando a nuestro prójimo y buscándolo para que vuelva al Señor.