Posted by : Daniel viernes, 25 de septiembre de 2015


Salmo responsorial (18)

R. Los mandamientos del Señor alegran el corazón
L. La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. /R.
L.
 La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. /R.
L. Aunque tu servidor se esmera en cumplir tus preceptos con cuidado, ¿quién no falta, Señor, sin advertirlo? Perdona mis errores ignorados. /R.
L. 
Presérvame, Señor, de la soberbia, no dejes que el orgullo me domine; así, del gran pecado tu servidor podrá encontrarse libre. /R.

Salmo 18 (Completo)

Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de sus manos anuncia el firmamento;
3.el día al día comunica el mensaje, y la noche a la noche trasmite la noticia.
4.No es un mensaje, no hay palabras, ni su voz se puede oír;
5.mas por toda la tierra se adivinan los rasgos, y sus giros hasta el confín del mundo. En el mar levantó para el sol una tienda,
6.y él, como un esposo que sale de su tálamo, se recrea, cual atleta, corriendo su carrera.
7.A un extremo del cielo es su salida, y su órbita llega al otro extremo, sin que haya nada que a su ardor escape.
8.La ley de Yahveh es perfecta, consolación del alma, el dictamen de Yahveh, veraz, sabiduría del sencillo.
9.Los preceptos de Yahveh son rectos, gozo del corazón; claro el mandamiento de Yahveh, luz de los ojos.
10.El temor de Yahveh es puro, por siempre estable; verdad, los juicios de Yahveh, justos todos ellos,
11.apetecibles más que el oro, más que el oro más fino; sus palabras más dulces que la miel, más que el jugo de panales.
12.Por eso tu servidor se empapa en ellos, gran ganancia es guardarlos.
13.Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros? De las faltas ocultas límpiame.
14.Guarda también a tu siervo del orgullo, no tenga dominio sobre mí. Entonces seré irreprochable, de delito grave exento.
15.¡Sean gratas las palabras de mi boca, y el susurro de mi corazón, sin tregua ante ti, Yahveh, roca mía, mi redentor.
COMENTARIOS AL SALMO 18
PRIMERA LECTURA: CON ISRAEL 
* Así como el mundo sólo se ilumina y vive mediante el sol, el hombre se desarrolla y  alcanza la plenitud de su vida mediante la "ley", que es "vida de Dios", "pensamiento de  Dios", "querer de Dios" entre los hombres . (Chouraqui). 
Las dos partes de este salmo están profundamente ligadas: ¡aquel que hace las leyes  "físicas" del mundo es el mismo que hace las leyes "morales" del hombre! 
Mediante este salmo, entramos en contacto con el alma de Israel, aferrada a la ley divina  (la Torah) mediante un amor ardiente y sincero. La admirable evocación del cosmos que  "habla" a quienes saben mirarlo (El universo, los cielos, las estrellas, el sol), es sólo una  introducción a esta afirmación increíble: Dios ha "hablado" a un pueblo... y le ha "revelado"  sus pensamientos sobre la humanidad. Para un judío fervoroso, la ley, lejos de ser una  traba minuciosa, una regla legalista y formalista, es un verdadero "don de Dios". Al revelar al  hombre la ley de su ser, Dios hace Alianza con él, para ayudarlo en sus comportamientos  vitales: como el sol que "desposa la tierra" para darle vida, en el don de la ley hay algo así  como la alegría de las nupcias, ¡es un misterio nupcial! La letanía de "cualidades" atribuidas  a la ley recuerda las cualidades que se dan los enamorados. La mitad de estas cualidades  es "objetiva", pues definen la ley en sí misma: es perfecta... segura... recta.. límpida... pura...  justa... 
La otra mitad es "subjetiva", ya que enumera los efectos de esta ley en el hombre: da  vida... da sabiduría... alegra el corazón... ilumina los ojos... 
SEGUNDA LECTURA: CON JESÚS 
MDT-LEY/AMARLOS ** De seguro, Jesús cantó este  salmo con mucho fervor. 
Sus parábolas, casi todas tomadas de la "naturaleza", nos muestran su gran admiración  por la creación. ¡Todo lo bello le "hablaba", le hablaba del Padre! 
De su amor a la "voluntad del Padre", el evangelio está lleno: "mi alimento, es hacer su  voluntad". Lo que sorprende, es nuestra admiración de hombres modernos ante este amor a  la ley. Hemos llegado al punto de no amar la ley, ninguna ley. ¡No conocemos "leyes  amables"! ¡Olvidamos que la sola ley, es el amor! "Este es mi mandamiento: ¡Amarás!"  Releamos a la luz del pensamiento de Jesús el elogio que este salmo hace a la ley... 
TERCERA LECTURA: CON NUESTRO TIEMPO 
*** Los filósofos actuales han descubierto la profunda relación entre el hombre y la  naturaleza... No tenemos ninguna independencia. Estamos ligados a todas las leyes físicas y  químicas del cosmos. Es físicamente verdadero que dependemos totalmente del sol: si éste  se apagara, se acabaría toda forma de vida. ¡Qué bella imagen para hablarnos de Dios! El  salmista que escribió este poema estaba rodeado de pueblos que adoraban al sol. De ellos  pudo tomar la primera parte de este salmo (hay himnos muy semejantes en las religiones  siro-babilonenses o egipcias, en las mitologías griegas, etc). Pero el salmista no adora al  sol. El sabe que el sol adora a Dios y canta su gloria. 
Los jóvenes de hoy redescubren el sentido de la naturaleza, reaccionando contra lo  ficticio de la vida urbana. La seducción por la vida "al sol", el veraneo, es una característica  del mundo moderno frustrado el resto del año. Esta meditación habría que hacerla al aire libre un día de primavera: levantarse de madrugada para contemplar la salida del sol,  permanecer en el campo siguiendo su curso deslumbrante, y por la tarde hasta la mágica luz  del poniente... luego a través del crepúsculo, presenciar el nacimiento de la noche, adivinar  las primeras estrellas que brillan en la penumbra, y finalmente en medio de las tinieblas  dejarse embriagar por el firmamento estrellado... "¡La obra de las manos de Dios!". 
CREACION/PD: El autor de este salmo oía "día" y "noche" dos coros fantásticos que  alternaban y se respondían uno a otro. Sí, "los cielos" (Hashamaim, plural en hebreo)  ¡hablan! ¿Qué dicen? ¡la gloria de Dios! ¿Cómo la dicen? ¡En el silencio! El salmista lo sabe  bien: su voz no es una voz... No hay palabras... Dios "¡no levanta la voz!" A veces decimos  que El se calla, porque no sabemos escucharlo. Dios es discreto. Dios está oculto. Si El  apareciera, desaparecería la creación. Le deja un espacio de libertad ocultándose y  callándose. Pero El habla en el silencio: su creación, precisamente es su "primera palabra",  una palabra que todos los pueblos pueden comprender porque está sobre y más allá que  todos los idiomas... ¡No hace falta ir a la escuela y saber leer! Basta mirar y escuchar. Este  Dios prodigioso no se ha limitado a esta brillante sinfonía de astros... Ha decidido hacer  Alianza con el hombre, dándole su ley... Esto debería asombrarnos de amor. Pero  precisamente, Dios es "amor" y el amor es la "ley constitutiva" del universo y del hombre  (Teilhard de Chardin). ¡Amar, seguir la ley de Cristo, es entrar en la armonía del mundo,  unirse a Dios! 
La noche a la noche transmite el mensaje de gloria. Si la luz del sol canta la gloria de  Dios, es necesario descubrir como el salmista la maravilla de la noche. El día es el  resplandor, la acción, la vida. La noche es la discreción, el descanso, el misterio. "¡Oh  noche, qué profundo es tu silencio!", canta el célebre himno de Rameau. Si es placentero  estar al sol, lo es también sumergirse en la noche como en un baño de silencio. 
El hombre moderno, necesita somníferos para dormir, carece de un equilibrio que es  necesario ensayar de recuperar mediante métodos más naturales. El Oriente en este campo  tiene mucho que enseñarnos: "Hacer el vacío en sí mismo", hacer callar las voces  discordantes que gritan en el fondo de nosotros mismos, recogerse. Tal es la preparación  primordial para la oración. Se puede rezar evidentemente con los ojos abiertos. Pero hay  que hacer también la experiencia de orar con los ojos cerrados, "haciendo la noche". 
Sabemos todo el partido que San Juan de la Cruz sacó del tema de la noche. Para él el  hombre no podía realizar el encuentro con Dios fuera de la "noche oscura": "Nadie ha visto a  Dios", decía Jesús. Escuchemos estas estrofas del poema de San Juan de la Cruz. 
Esta fuente eterna está muy oculta,
y sin embargo, su morada la he encontrado,
¡pero es de noche! 
No sé su origen, porque no lo tiene,
sin embargo todo origen surge de ella,
¡pero es de noche! 
Y la corriente que nace de esta fuente,
sé que es rica y todopoderosa,
¡pero es de noche! 
Esta fuente eterna está muy oculta
en el pan de vida, para darnos vida,
¡pero es de noche! 
La ley de Dios. Nosotros, hombres modernos, ¿no tendríamos que redescubrir lo que es  una "ley"? El autor de este salmo, proclama jubilosamente que tiene una "ley". No da la  impresión de estar presionado, forzado por ella, como si esta ley se la impusieran de fuera...  "Los mandatos del Señor son rectos, alegran el corazón... son más preciosos que el oro,  más dulces que la miel". Cuando dos equipos de fútbol se encuentran en un estadio,  millones de hombres están atentos a las "reglas del juego". Se insiste en el Fair-play, la  corrección... Se dice que el equipo que respeta las leyes del juego es más "deportivo", en el  mejor sentido de la palabra. Este ejemplo muestra, que la ley es necesaria para el buen  funcionamiento de un grupo cualquiera. Sin ley, se imponen la guerra, la irregularidad, la  fuerza, la anarquía. La misma felicidad de vivir está en juego. ¿Puede una familia vivir sin un  mínimo de leyes reconocidas y respetadas libremente por todos? La ley de Dios, es aún más  profunda: regula desde el interior el correcto funcionamiento de nuestro ser. "La ley del  Señor es perfecta... guardarla es para el hombre una ganancia...". 
NOEL QUESSON
50 SALMOS PARA TODOS LOS DIAS. Tomo I
PAULINAS, 2ª Edición
BOGOTA-COLOMBIA-1988.Págs. 34-39




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